sábado, 3 de enero de 2015

Mantener el momento

Nuevo año, nuevo blog. Una de esas costumbres que no deben perderse. Se archiva el antiguo, se crea el nuevo y a seguir publicando con un ritmo discontinuo/desigual. Otros años he añadido la lista de todos los blogs archivados, este solo he añadido el último. De hecho, el patrón es siempre el mismo y no debería ser mucho problema el encontrar algo en concreto siempre que se busque bien. Además, el "apellido" del blog vuelve este año al español abandonando el idioma de Shakespeare tan solo unos días antes de acabar de leer (o algo así) todas sus obras.

Abundando en el "apellido", ese mismo que da nombre a la entrada, una pequeña explicación: si al iniciar el 2014 consideraba que nunca había estado mejor, ahora tengo una sensación bastante similar (exceptuando quizás los problemas de las rodillas, que no recuerdo cómo estaban hace un año). Pero con un elemento adicional que no es otro sino la percepción de que durante los últimos meses la suerte se ha convertido en una importante aliada, aliada que no me importaría que siguiera conmigo durante un tiempo; otro año, pongamos. Es por eso y no por otra cosa por lo que, de momento, me apetece mantener el momento.


Cantó el necio y sonó a cierto.
Cavilaba el sabio descontento,
Narré un hecho y sonó a cuento.
Desconcierto en movimiento.

Mareado el viejo suena cuentos,
Mareantes ciertos desaciertos
Una pregunta, respuestas, cientos
Y ninguna sonando a acierto.

Cuando le faltaba ya el aliento,
Trájole la respuesta el viento:
Muy muy rápido o muy muy lento,
Amoroso, neutral, violento,
Un ratito o todo el tiempo,
¡Qué importante es el momento!

Un saludo, Domingo.

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