sábado, 11 de abril de 2015

Con calma (Relato)

De esas cosas que del alma de Rajoy y de Soraya que ahogándose en la playa todavía se lo toman con calma. De esas cosas de huesos de los dirigentes de Podemos que sin barca y con tres remos nos ponen los pelos tiesos. De esas cosas del corazón que unos cuantos Ciudadanos, atados de pies y manos nos recuerdan con razón. Y de esas muchas cosas de la formación magenta que dicen los de la imprenta que se está cargando Rosa.

De esas cosas y otras cosas. De esas muchas cosas, de esas patas, mesas cojas, salto de mata, flores rojas, cuatro gatas y tres se enojan con la pata, con la mesa, con la mata, la maceta, la flor que es blanca, es azul, amarilla, rosa y hasta roja. De esas muchas cosas hablaremos en diez meses o en catorce se si tercia y se nos antoja. Pues a veces son diez meses y se tuercen catorce botas que se mecen con la brisa y con la prisa que nos moja. Cuatro gatos, cuatro gatas y las gotas en sus botas. Cuatro botas, cuatro batas, cazadores michos, mininos, gatos que se tornan matarratas cada rato que no retozan y trabajan, y lo cobran, del bolsillo ciudadano.

De esas cosas y más cosas. De todas esas cosas, con voz clara o aguardentosa, hablaremos de todos, con todos, sinceros o con ellos, sin agua o hasta el cuello, con bufanda y hasta en cueros desde Australia hasta Ruanda. Y una vez hablado, esa voz clara o aguardentosa, impertérrita y comatosa, atacada de nerviosa, así se me quedará la cara.

Gracias a Dios y a la tranquilidad del alma es una fortuna que dos sean más que una y ahora todo lo tome con calma.

Un saludo, Domingo.

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