Creo que hace tiempo hablé de un viral vídeo del juez de menores Emilio Calatayud, de Granada. Ayer hablaba con un compañero que no conocía el vídeo así que se lo mandé. Ayer vi también una entrevista que le hicieron. Una videoentrevista, quizás debiera decir. Es posible que fuera el mismo periodista con el que ahora tiene un blog al que justito ahora me acabo de suscribir en mi Feedly:
http://www.granadablogs.com/juezcalatayud/
El caso es que en esa entrevista comenta el juez, don Emilio como lo llama su compañero de blog o simplemente Emilio (dudo mucho que se moleste, primero porque a cuento de qué va a leer este otro blog y después porque alguien que habla de forma tan cercana no puede sino comprender que quien lo escuche le llame eso, simplemente Emilio) comenta:
Lo que más me gusta en el mundo es aburrirme; no hacer nada y después descansar.
La frase me pareció maravillosa, quizás más por la forma que tiene de señalar uno de nuestras más conspicuas incongruencias. Yo diría que a todos, en mayor o menor medida, nos gusta no hacer nada y luego descansar. Estar de vacaciones, dirán muchos. Sin embargo, no hay duda que si no hacemos nada y luego descansamos, no podemos sino aburrirnos y no hay duda tampoco de que nadie, salvo el juez, don Emilio, etc dirá que lo que más le gusta en el mundo es el tedio. Justamente al revés. Nos puede gustar más o menos ver pasar el día sin tener algo tangible en la lista de cosas conseguidas al final del día, pero aburrirnos ...
Hace poco un familiar ha estado de vacaciones forzadas en el hospital. Alejado de casi todo contacto excepto el de sus padres y con la movilidad reducida al mínimo las horas de sueño imagino que eran un gran alivio para alguien que, con 19 años, está acostumbrado a todo menos a aburrirse. Afortunadamente ya está en casa y estoy convencido de que con muchos años por delante para hacer cosas y hasta para aburrirse por elección propia.
En mi caso empiezo las vacaciones no forzadas con varias cosas por tachar en la lista, una lista que, sin yo saberlo, también incluirá algún día de no hacer nada y después descansar. Lo que espero que no incluya son días de aburrimiento. Para eso ya tendremos unos cuantos de miles de millones de años por delante. Cuando eso llegue abrazaré con vehemencia la anteriormente mencionada frase. Entonces no haré nada y después descansaré. Ahora toca poner a los perros a dieta y a hacer ejercicio, que hay varios que están muy gordos.
Un saludo, Domingo.
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