Esta semana ha sido la semana de la vuelta a la rutina con sus cosas buenas y sus cosas malas. Entre las buenas y las malas, las físicas o mejor dicho las de la forma física. La vuelta al fútbol ha sido bastante interesante. Ciertamente he empezado un tanto fuera de forma pero al menos las rodillas parece que responden de una forma que supera en bastante mis mejores esperanzas. No sé si tiene que ver los ejercicios que he empezado a hacer para reforzar los cuádriceps pero sea lo que sea, esperemos que sea para quedarse. Además, hoy se ha visto algo parecido a aquel despertar de hace unos meses con varios goles de bella factura lo cual supone dos novedades con respecto a los partidos normales. Primero goles, después de bella factura.
Dicho esto, lo más trascendental de la semana ha sido, como decía antes, la vuelta al trabajo. En primer lugar y como lo más destacado, el aterrizaje fue bastante más suave de lo previsto. Durante el mes que he pasado fuera, ciertamente han pasado cosas pero las más perentorias o que al menos requerían más de mí no eran tantas. De hecho, incluso he tenido tiempo de continuar con cosas que pensaba que tardaría mucho en poder continuar.
En lo negativo, quizás, el tipo de trabajo o alguna de las condiciones del momento en que nos encontramos, eso que otros llaman la coyuntura. En cualquier caso es de esperar que esas circunstancias no sean sino eso, coyunturales y que vayan, poco a poco, remitiendo. Si lo harán o no ya lo veremos y si yo pienso que lo harán o no ... me lo reservo porque no es este el foro para discutirlo ni revelarlo :-).
En fin, a ver la semana que viene qué contamos.
Un saludo, Domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario