sábado, 29 de agosto de 2015

Ser agradecido

Dicen que es de bien nacido ser agradecido. Es el típico p=>q (p=ser agradecido, q=ser bien nacido) que estudiábamos en  Filosofía/Lógica. El recíproco no tendría por qué darse. Al menos no si extendemos el ser bien o mal nacido a los progenitores. Muchas veces no se da. No sé cuántas ni en qué proporción pero sí sé que son muchas.

Salta a mi memoria aquel etarra que puso la cristalería justo en el edificio de la viuda que lo era por su culpa. De aquella noticia recuerdo, espero no estar mezclándola con otras, lo siguiente:

La cristalería se subastó y la esposa del etarra se hizo con ella:
http://visto-para-sentencia.over-blog.es/article-27533481.html

El asesino mató a sangre fría a quien, siendo él un niño, le salvó la vida:
http://elpais.com/diario/2001/08/14/espana/997740008_850215.html

Y sí que las estaba mezclando. La tercera es una buena mujer que cuidó a la madre de un etarra, De Juana Chaos, a pesar de haber quedado ella misma viuda por culpa de esa misma banda. El lazo de unión, eran o habían sido consuegras pues los hijos, la hermana de De Juana y uno de los hijos de la cuidadora, se habían divorciado hacía ya tiempo.
http://www.religionenlibertad.com/eta-asesino-a-su-marido-pero-ella-cuido-a-la-madre-20562.htm

De la madre de De Juana cabe pensar que era muy buena persona cuando la que fue su consuegra se dedicó a cuidarla en los últimos años de su vida. De Ramón Baglietto cabe pensar que también lo era cuando salvó a quien años después lo asesinaría. De su viuda todavía más cuando un periodista extranjero le llama para ponerse en contacto con quien tiene la desfachatez de poner una cristalería en tu edificio y no lo manda a hacer puñetas. Quizás lo hizo porque la historia dejaba bien claro los talantes de asesino y asesinado.

Cabe pensar, pues, que las buenas personas son bien nacidas por naturaleza independientemente de las virtudes o defectos de sus padres. Esta misma independencia se debe dar, obviamente, en aquellos que al nombrarlos no puedes sino pensar en sus padres (y en especial las madres, las pobres) aunque la única culpa de ellos solo haya sido traer un hijo al mundo con todo el amor y la esperanza que albergaban en su enorme corazón.

He empezado a escribir esta entrada con ejemplos que recordaba y que conocía podría rastrear en internet con cierta facilidad. Sin embargo, la motivación de esta entrada poco tiene que ver con personas que destilan maldad tal como la destilan aquellos que masacran miles de personas cada día tomando como excusas no sé qué pensamientos que creíamos en vías de extinción. O como la que destilan los que condenan a muerte a cincuenta, setenta o cien personas en la bodega de un barco o la cámara de un camión frigorífico por el módico precio de mil euros la muerte.

Cuando empecé a escribir la entrada pensaba no en profesionales sino en advenedizos del odio. Pensaba en un tipo de persona tan difícil de describir para mí como bien conozco. Son mis primos y en particular mis primas. Si mi abuela era una buena mujer, mi tía era una santa. Visto con cierta retrospectiva, su unión con mi tío era adecuada. Las muchas virtudes de ella se compensaban, al menos parcialmente, con algunos de sus muchos defectos. Y su descendencia, siguiendo los preceptos de Mendel o incluso los de aquella película que más de uno recordará, acabó dando lugar a una prima, la menor curiosamente, que recibió todo lo bueno y a dos primos que recibieron ... el resto.

Varias veces han demostrado su ingratitud. Particularmente, durante los últimos años, mientras mi abuela languidecía. Han mostrado su ingratitud con ella pero también antes y después. Lo último no tiene nombre y no sé si explicación. Solo es triste, muy triste.

Long story short, que dirían los ingleses: Te acogen en una casa durante meses, te buscan trabajo y tu respuesta es la que es. Por otro lado, mi otra prima después de verse desairada (y aliviada también diría yo), se limita a recordar a su sobrino que tiene examen el próximo martes. Bueno a eso y a mandar, imagino, a su madre y a su tío literal o figuradamente a la mierda, lugar que tengo la sensación de que no dista mucho del sitio donde los encontró ni del sitio en el que ya están.

La pena, los hijos de mi otra prima, aunque pena relativa, la edad más que nada. La edad es precisamente la única esperanza que les queda. Ojalá puedan, más pronto que tarde, salir de ese camino que su madre decidió tomar hace ya muchos años y que tan bien le está yendo.

Hay quien es bueno calando a la gente. Yo creo que no lo soy porque tiendo a pensar siempre bien de ellos hasta que me decepcionan. Esto, sin embargo, debió ser una excepción porque, con cada embarazo, comenté que mi prima mayor no estaba preparada para ser madre. Mi prima mejor, digo menor, me decía que si no lo estaba entonces (por edad), no lo estaría nunca. Efectivamente, nunca lo va a estar.

Un saludo, Domingo.

sábado, 15 de agosto de 2015

La juventud y los estudios

Hay frases por ahí con las quejas de los coetáneos de Platón o Aristóteles con respecto a sus juventudes. Esas frases pretenden hacernos ver que las cosas siempre han sido iguales. Mi interpretación es diferente. Creo que las cosas siempre han sido iguales en el sentido de que se han dado ciclos. Ha habido ciclos de juventud que ha tenido las condiciones para florecer y ha sabido aprovecharla, ha habido juventud que ha sabido florecer a pesar de no tener las condiciones, ha habido ... y por último están aquellos que quizás florezcan pero no será precisamente por saber aprovechar las condiciones favorables sino porque los lleva la inercia.

En mi ámbito familiar hay niños de diferentes edades. Hay quien, con 18 años su tía pide favores a diestro y siniestro para que pueda aprobar esas dos asignaturas que le quedan y poder entrar a estudiar en el sitio que quiere. Esta buena voluntad se ve confrontada con la desgana por el estudio y la pasión por la feria, la fiesta o ambas. Hay quien con la misma edad ha pasado un curso solo con dos asignaturas y ya empieza a rebajar las expectativas en el siguiente no vaya a ser que alguien le pida lo único que se supone que debe hacer: estudiar.

Hay quien con menos años que esos manifiesta una indolencia que poco bueno hace presagiar y otros que intentan seguir la táctica de Gandhi, la resistencia pasiva. En este caso en concreto cada semana digo que debe llevar dos camisetas para jugar al fútbol, una blanca y una de color porque nunca se sabe en qué equipo se va a jugar. Y cada semana el niño aparece solo con una camiseta de color porque es en ese equipo donde suelen jugar los buenos. Ese afán por la excelencia, sin embargo, no lo tiene en los estudios.

Por último hay quien va, o lo parece, obligado a jugar al fútbol. Este tampoco descuella en los estudios. Cuando sean mayores, la situación irá a peor. No hay duda. Solo me queda pensar que esta es la situación normal y la mía la excepción. Eso explicaría por qué de niño no era un niño popular e incluso aquellos con los que más afinidad sentía luego te quitaban del MSN ... lo que sea que fuera eso :-D. Bueno, no es cierto que fueran todos. Alguno queda, son los menos pero alguno queda. Habría que ver si en este par de semanas de vacaciones podemos organizar algo. Y si no se puede, no pasa nada. Son el tipo de personas que cuando las ves parece que hubieras estado hablando con ellas ayer. Las otras son aquellas que, tras hablar con ellas, parece que no lo hubieras hecho.

Un saludo, Domingo.

Estar de vacaciones Vs Aburrirse

Creo que hace tiempo hablé de un viral vídeo del juez de menores Emilio Calatayud, de Granada. Ayer hablaba con un compañero que no conocía el vídeo así que se lo mandé. Ayer vi también una entrevista que le hicieron. Una videoentrevista, quizás debiera decir. Es posible que fuera el mismo periodista con el que ahora tiene un blog al que justito ahora me acabo de suscribir en mi Feedly:
http://www.granadablogs.com/juezcalatayud/

El caso es que en esa entrevista comenta el juez, don Emilio como lo llama su compañero de blog o simplemente Emilio (dudo mucho que se moleste, primero porque a cuento de qué va a leer este otro blog y después porque alguien que habla de forma tan cercana no puede sino comprender que quien lo escuche le llame eso, simplemente Emilio) comenta:
Lo que más me gusta en el mundo es aburrirme; no hacer nada y después descansar.

La frase me pareció maravillosa, quizás más por la forma que tiene de señalar uno de nuestras más conspicuas incongruencias. Yo diría que a todos, en mayor o menor medida, nos gusta no hacer nada y luego descansar. Estar de vacaciones, dirán muchos. Sin embargo, no hay duda que si no hacemos nada y luego descansamos, no podemos sino aburrirnos y no hay duda tampoco de que nadie, salvo el juez, don Emilio, etc dirá que lo que más le gusta en el mundo es el tedio. Justamente al revés. Nos puede gustar más o menos ver pasar el día sin tener algo tangible en la lista de cosas conseguidas al final del día, pero aburrirnos ...

Hace poco un familiar ha estado de vacaciones forzadas en el hospital. Alejado de casi todo contacto excepto el de sus padres y con la movilidad reducida al mínimo las horas de sueño imagino que eran un gran alivio para alguien que, con 19 años, está acostumbrado a todo menos a aburrirse. Afortunadamente ya está en casa y estoy convencido de que con muchos años por delante para hacer cosas y hasta para aburrirse por elección propia.

En mi caso empiezo las vacaciones no forzadas con varias cosas por tachar en la lista, una lista que, sin yo saberlo, también incluirá algún día de no hacer nada y después descansar. Lo que espero que no incluya son días de aburrimiento. Para eso ya tendremos unos cuantos de miles de millones de años por delante. Cuando eso llegue abrazaré con vehemencia la anteriormente mencionada frase. Entonces no haré nada y después descansaré. Ahora toca poner a los perros a dieta y a hacer ejercicio, que hay varios que están muy gordos.

Un saludo, Domingo.

sábado, 1 de agosto de 2015

Martillo, martillo

Es una de las frases favoritas del equipo de atletismo altamente competitivo que juega con nosotros cada sábado. Se trata de percutir y percutir hasta que la percusión tenga repercusión en el marcador abriendo la distancia hasta hacerlas casi irrecuperables.

Por mi experiencia de la semana pasada con el otro martillo, martillo, la referencia posiblemente viene de la construcción y del uso del martillo para destruir algo que otrora fue diseñado para durar. Digamos que la base de cemento de una valla.

No solo me siento identificado con la filosofía (unos de mis defectos es el exceso, valga la contradicción, de paciencia) sino que además recuerdo esos momentos de niñez en los que golpeaba con una piedra grande otra mayúscula a que otros niños querían romper hasta que poco a poco iba cediendo. No sé si para mí era simplemente un reto o si quizás canalizaba así mis aficiones destructivas pero fuera cual fuera la causa, el efecto era el martillo, martillo.

Un poco de digresión ... Aznar hizo famoso el concepto de la lluvia fina. Posiblemente subyace el mismo concepto pero a menor intensidad durante mayor tiempo. Años después Más tiene más prisas y aprieta el percutor con todas sus fuerzas con la única intención de ... lo que sea. En el proceso procés, creo que lo llaman, las tensiones amenazan con romper algo, España, Cataluña, todo a la vez ... queda poco para saberlo.

Mientras tanto seguiremos trabajando como siempre hasta que lleguen las vacaciones y una vez lleguen las disfrutaremos como se juega al fútbol, martillo, martillo.

Un saludo, Domingo.