sábado, 6 de junio de 2015

Todo para el pueblo ...

pero sin el pueblo, efectivamente. Esta entrada tiene relación con aquella otra en la que hablaba de las caras de las personas. Esta vez no ha sido la misma persona sino una especie de triunvirato del que esta persona formaba parte. El caso es que ayer y resumiendo mucho, nos dieron una fiesta sorpresa. Mi impresión es que además de sorpresa fue decidida con cierta premura (lo cual no es necesariamente malo) y tomaron una salida "fácil".

La duda es cómo de efectiva es una medida de ese tipo. Cómo de efectivo es tomar una decisión por una comunidad sin contar con esta comunidad incluso suponiendo que la solución sea la mejor de todas. Es decir, me da la sensación de que si tomas la decisión de antemano pero consigues que la gente la considere suya o incluso que ha salido de ellos, el resultado es mejor. Por otro lado, también está el riesgo de que la gente se oponga y entonces lo que sale es que Borrell le gana a Almunia o que Almunia gane a Borrell pero con una sensación térmica de derrota.

Así pues, primarias del PSOE o dedazo del PP, he ahí el dilema. Y no solo en la política, también en otros órdenes de la vida. Me gustaría saber si hay algún estudio científico que mida la satisfacción de las personas con uno y otro sistema tanto en decisiones triviales como decisiones importantes. Y me gustaría saber cuál sería el resultado en España, Noruega, Argentina, Cuba, EEUU y si hay diferencias importantes. Y ya por último, me gustaría saber cuál sería el resultado en un combinado de nacionalidades de alta gradación alcohólica. Ese primer estudio lo podríamos haber hecho ayer.

Un saludo, Domingo.

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